En el concejo de Tineo se conjugan la Naturaleza pura y la belleza monumental, así como la rica ganadería y la abundante fauna silvestre, los restos megalíticos y los yacimientos auríferos o el arte sacro y los antiguos caminos reales, tanto vías romanas como posteriormente el Camino se Santiago.

En Tineo hay muchos lugares para visitar, desde la Fana de Genestaza y el hermoso y monumental pueblo de Tuña, hasta el aurífero Navelgas, pasando por los dólmenes de Merillés y El Baradal, los monumentos naturales del Carbayo de Valentín y La Fayona de Eiros, los paisajísticos Casa del Puerto y Alto de Bustellán, con afamadas brañas vaqueiras (como ocurre en Aristébano) o el casco histórico de la capital y su entorno... En sus montes y bosques abunda la fauna salvaje, destacando por su valor ecológico los osos y urogallos. Pero Tineo es aún poco conocido.

Una buena excursión, fácil y placentera, se puede iniciar en la afamada localidad de El Crucero, donde confluyen las carreteras AS-216 (que viene del Alto de La Espina y sigue a Tineo) y AS-214 (que viene de Cangas del Narcea y de Soto de La Barca) y de allí seguir por el señalizado Camino de Santiago (otrora vía romana) al típico pueblo de Santa Eulalia y el campo y ermita de San Roque (lugar de multitudinarias romerías), para llegar seguidamente a la Villa de Tineo, capital municipal de ese rico concejo (primero de España en ganado vacuno). Allí se pueden ver, entre otras cosas interesantes, el Museo de Arte Sacro de la Iglesia Parroquial de San Pedro, antiguo Monasterio de San Francisco del Monte. Merece la pena pararse a contemplar la puerta de entrada de ese afamado templo parroquial. También en su monumental casco histórico están Cimadevilla, el Palacio de los García de Tineo, restos del Hospital de Matercristi o el Palacio de Merás.

Luego, tras las visitas culturales, se puede seguir el Camino de Santiago (junto a la iglesia parroquial de San Pedro), por la falda del Monte de La Guardia o Sierra de Tineo, a los pies de los picos Las Canteironas y Navarriego. Las vistas desde esos lugares son impresionantes, si el día esta despejado. La caminata es tranquila y sencilla.  Tardándose en llegar al Alto de Piedratecha como un par de horas. En ese alto, donde se cruza la carretera AS-218 (que va a Luarca), existió una famosa venta caminera y se puede contemplar una panorámica hermosa de la capital de Tineo, así como del pueblo de Obona.

En algunos tramos de ese ancho camino real se aprecian las losas de piedra de la antigua calzada romana, que ahora, como ocurre en otros lugares, hacen de muros (o "murias") a los lados de la senda.

Desde el Alto de Piedratecha, tras dejar atrás La Canteirona (nombre que le viene de una afamada explotación o cantera), se sigue unos metros por la carretera AS-218, para tomar nuevamente a la izquierda de la vía el señalizado sendero que nos lleva rápidamente a otra joya monumental de este maravilloso concejo: el Monasterio de Santa María La Real de Obona, junto al pueblo del mismo nombre, final de la caminata. La parada en ese misterioso e histórico lugar, compaginan la Naturaleza y la Cultura.

El regreso, si no tenemos quien nos espere en Obona, se puede hacer por el mismo camino o por la AS-218, en fácil paseo. Aunque el Camino de Santiago sigue para las cercanías de Bárcena de Monasterio, entre verdes campos y suaves colinas cubiertas de manchas forestales.

 
DE TINEO AL MONASTERIO DE OBONA 

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