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No hace mucho que en Asturias había alimañeros y cuando por ejemplo cazaban un lobo lo paseaban por los pueblos para presumir de su hazaña; y los lugareños les daban unas “propinas”. Y si la muerta era una loba, entonces solían llevar a sus crías en las alforjas de un mulo, vivas, para que los ganaderos las torturasen, entre otras “gracias” quemándolas con pitillos. En 2018 unos guardas rurales, en su coche oficial, pasearon colgado del portón trasero, a un lobo cazado por ellos en el concejo de Allande. La Asociación de Guardas de Medio Rural criticó a esos compañeros, pero quien no dijo nada fue la Consejería de Medio Ambiente… ¿Los lobos, como otros depredadores, sobran?. Los cormoranes, garzas y nutrias, se eliminaron de ríos asturianos pues hacían la “competencia” a los pescadores.

Los perros en las ciudades (como mascotas) suelen, a veces, molestar a sus dueños, que viven en pequeños pisos; y no pueden cumplir las obligaciones normales con estos animales, como es sacarlos a pasear dos veces al día, darles de comer (puede salir caro) y facilitarles hacer sus necesidades fisiológicas en lugar adecuado… Y, de forma ignorante e inhumana, los abandonan en el campo o monte, irresponsablemente. ¡Si se abandonan ancianos en gasolineras y asilos (y “hospitales”), que no se hará con los pobres animales!.

Los perros en el medio natural, solos y sin saber alimentarse con piezas salvajes, lo más fácil para sobrevivir es matar animales domésticos (ovejas, potros o terneros…). Al estar acostumbrados a convivir con el ser humano y no tenerle miedo, se atreven con el ganado. Asimismo, pueden sentir “manía” u “odio” hacia los humanos, que durante mucho tiempo les dieron mimos y, cuando crecen y no son un juguete o regalo navideño, los abandonan a su suerte, en vez de darlos a alguien, o a una sociedad protectora de animales. Estos seres humanos ingratos y torpes, sí son culpables de lo que suceda con esos perros asilvestrados, abandonados en la Naturaleza, donde no están acostumbrados a vivir; y en soledad.

Es importante en toda Asturias y en particular en el Parque Nacional de los Picos de Europa, que los responsables ambientales cuiden y defiendan, a los sufridos ganaderos, pastores y lugareños. ¡Los pocos habitantes de pueblos de montaña que nos quedan!. Así como a los guardas, mal equipados y organizados. Si no es así, en poco tiempo, la carne, leche, queso,…, será importada de otros países; y, aquí, todo será una “selva” (para cazadores). Estamos aún a tiempo, pero por favor escuchen y apoyen a estas nobles gentes y páguenles rápidamente ¡y Bien! los daños causados por lobos u otros depredadores. ¿Van a negar que viene Mucho Dinero de la Comunidad Europea para sufragar los daños, espléndidamente, a esos ganaderos?. ¡Seamos sinceros, por favor!. Es triste que a los campesinos se les pongan variadas pegas para pagarles las molestias que causa la fauna silvestre, cuando el Parlamento Europeo Sí apoya Bien, económicamente, los daños!.