En el otrora Parque Nacional de la Montaña de Covadonga y especialmente en sus estribaciones, hay muchos lugares completamente desconocidas para la mayoría de los asturianos, a pesar de su belleza. Uno de estos "paraísos perdidos" es la Garganta del río Casaño -el Casañu, como lo llaman los lugareños-. Este lugar está  a los pies del denominado "Hoyo la Madre", cerca de Brañarredonda. En esta zona hay dos mayaos con ese nombre y al que nos referimos es al de arriba, cercano a las vegas de Las Mantegas, Belbín, Espines y La Güelga. Junto al nacimiento del Casaño.

Para llegar a la Garganta del Casaño, por Brañarredonda, el mejor camino es el que se toma al final de la carretera de Los Lagos de Covadonga, en la vega de La Tiese (o del Ercina) bordeando las antiguas minas y casas de Bufarrera. Esta pista conduce a Belbín, amplia vega a la que se llega en media hora, y donde hay buenas fuentes y varias cabañas de pastores. El camino sigue marcado en dirección norteña hacía la vega de Las Mantegas, donde se ve el gran "Hoyo La Madre". Desde allí se puede ir a Soñín y Comeya...

A Las Mantegas se llega en pocos minutos, aunque nosotros giraremos a la derecha, para seguir el camino que baja al valle La Güelga (Sureste). Al fondo del valle, donde por marcado sendero pastoril llegaremos en un cuarto de hora, está  la majada del mismo nombre, y dos fuentes denominadas "El Frieru" y "Los Cuencos" (muy propio ese topónimo al nacimiento del río La Güelga, que hay quien opina es el verdadero nacimiento del Casaño). Muy cerca, al Sur, se encuentra el bosque Jaedo La Güelga, donde se refugian corzos, jabalíes y zorros, así como aves rapaces (y en invierno los rebecos). Entre esta vega y el citado hayedo esta la zona llamada Cuenye Mala, donde se pierde algo la senda. Pues un camino va en dirección Suroeste hasta Les Bobies y Redondiella, otro asciende en dirección Sur al citado bosque, un camino más marcado va también en dirección Sur y Este a las majadas de Parres y Arnaedo, y otro sendero atraviesa el arroyo y va hacia el Este para Brañarredonda.

A esa majada se llega en media hora de ascendente camino, al final cubierto de piedras planas donde un pastor otrora esculpió su nombre... En esa lugar se puede descansar, o seguir algo más hasta el bosquecillo cercano, donde se ve el "Hoyo la Madre", y al fondo la Garganta del río Casaño. Por allí desciende el río del Texu, tributario del Casaño. Hay quien hace una larga travesía hasta La Molina y Ortiguero siguiendo el Casaño por su garganta (conociendo la zona o con un buen guía).

Pero para un fácil paseo aconsejamos visitar la Garganta del Casaño desde La Molina (y Canales-Ortigueru), en una caminata de menos de una hora, a través del sendero que en dirección sureña va al puente romano de Pompedru. En este lugar hay dos foces, una a la izquierda, tajada por La Voluga, y otra a la derecha, bajo el Pompedru, formada por el Casaño. El sendero de la izquierda sube por el Pandu, Llinares, Brañarredonda de Abaju, Camplengu, Espines y Brañarredonda de Arriba, a La Güelga y Belbín, en unas tres horas. Y el de la derecha es el de la Garganta del Casaño, que pasa por escobios, majadas, praderías y castañeos, cruzando el río por singulares puentes. Allí veremos las antiguas cuevas para guardar el ganado y ancestrales gallineros o cochineras circulares de piedra. También hay una vieja central eléctrica. Esa zona se conoce por El Sitiu, y en ella están las majadas de Santianes, Escobiu y Vega Batuda... Desde el Sitiu podremos ir, por La Batuda, hasta la fuente Los Brazos y a la Vega Texedu, para ver una hermosa cascada, en una media hora más, aunque el sendero se pierde fácilmente y puede ser peligroso. Por allí hay nutrias, tejones, ardillas, corzos y jabalíes.

 
 LA GARGANTA DEL CASAÑO

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