De los tres centenares de gargantas o foces, que forman los ríos al pasar por entre la agreste orografía asturiana, el desfiladero de Los Arrudos es de lo más bello que se puede contemplar, en fácil caminata.

Siguiendo la carretera que desde Langreo sube hasta el puerto de Tarna (AS-17) entre Rioseco de Sobrescobio y Campo Caso se encuentra la localidad de Coballes, otrora famosa por sus ricos postres (por ejemplo los "Suspiros del Nalón"). Desde este lugar se toma un ramal, que en dirección Sur, nos conduce a la típica aldea de Caleao (Caliao), siguiendo el río de igual nombre, que ahora se quiere represar, al igual que su hermano mayor el Nalón, al que tributa sus aguas. A los pocos kilómetros dejaremos a la izquierda la carretera que va a la hermosa y típica aldea de La Felguerina, que merece la pena visitar, si disponemos de tiempo.

En Caleao comenzaremos la caminata por una "caleya" que conduce a la ermita de San Antonio y a la majada de Coto Fresnedo (o mayau Cotu Fresnéu). Una hora aproximadamente tardaremos, a paso tranquilo, en llegar a las cabañas de pastores de esta vega. Una de las más hermosas de tierras casinas. En este recorrido podemos ver, además de la citada ermita (un poco desapercibida para el viajero), un antiguo molino de agua.

Desde Cotu Fresnéu seguiremos en dirección Sur por un camino que, pasando a través de un frondoso bosque de especies arbóreas autóctonas, nos sitúa al poco tiempo a las puertas del bello desfiladero de Los Arrudos, formado por el río del mismo nombre, que desciende torrencial de lo alto de los puertos de Contorgán, en los límites asturleoneses de la Cordillera Cantábrica. Ascenderemos por empedrado sendero, embaldosado con grandes piedras planas, similares a las que jalonan sus paredes rocosas, de donde parece ser, toma el nombre. Hay quien cree que fue una calzada romana.

Cruzaremos el río por singulares puentes, llamados La Calabaza de Arriba y La Calabaza de Abajo. Para llegar, al cabo de una hora de subida, a la zona de La Fontona, donde podemos dar por finalizada la ascensión, pues allí se terminan Los Arrudos, aunque el sendero continúa hasta los citados puertos de Contorgán y San Isidro, así como a las majadas de La Robre y Rexecu. Desde donde, por empinados senderos se llega al lago Ubales y a las lagunas de La Caballuna, Piornal, Torres, Cuetu Ladrón y LLaguiellu. También hay senderos que van hasta el Picu Retriñón, monte Llaímo y majadas de La Valencia y La Felguera, en los límites de los concejos vecinos de Caso y Aller, aunque se tardan varias horas en largas travesías, para las que hace falta un buen guía. En esta zona abundan las hayas y los acebos, refugio natural de urogallos, lobos, venados, corzos, jabalíes y rebecos, entre otras especies fáunicas del antaño Coto Nacional de Caza de Redes, ahora en el Parque Natural de Redes.

En La Fontona, buen lugar para descansar a la orilla del río, hay una canalización de aguas para Gijón. El proyecto es del año 1.926, aunque no se terminó hasta 1.944, y entró en funcionamiento un lustro después. Esta traída de aguas garantiza que en la Villa de Jovellanos se tenga agua en abundancia, pues tiene un caudal de unos 200 litros por segundo, lo que hacen lógicamente más de 700.000 litros a la hora. La tubería hasta Gijón es de casi 60 kilómetros de recorrido y pasa por la falda de Peñamayor, entre otras montañas

El regreso a Caleao aconsejamos hacerlo en tranquilo descenso por Los Arrudos. Teniendo precaución si las losas de piedra están húmedas, para no dar un resbalón. Y parando alguna vez para contemplar la Naturaleza, no todo tiene que ser andar y andar sin sentido. Así podremos ver en los altos roquedos a los rebecos.

EL DESFILADERO DE LOS ARRUDOS 

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