En el concejo de Amieva se pueden hacer bellas travesías y excursiones de montaña, tanto en plan de naturalismo o de educación ambiental como en plan puramente montañero, por los aledaños occidentales del Parque Nacional de los Picos de Europa (otrora eran del Parque Nacional de la Montaña de Covadonga).

Muchas actividades o deportes llamados de aire libre (en plena Naturaleza y sin afán de competición) son factibles en Amieva, desde el montañismo, espeleología o ciclismo de montaña a la marcha ecuestre; pasando por el motocross o trial y el esquí de travesía. Así como el parapente, alas delta o paseo en piraguas. También está  de moda el descenso de ríos o cañones, aunque por su peligrosidad los responsables del parque nacional quieren prohibirlo. Prácticamente todas las actividades airelibristas reseñadas, llamadas ahora "deportes de aventura" o "turismo activo", se pueden hacer en Amieva y en los municipios limítrofes. Destacando como lugares preferidos, depende la modalidad lógicamente, el río Dobra (y, también, el Sella), las sierras de Amieva, Faces y Covadonga, el macizo occidental de los Picos de Europa, las denominadas sendas de La Jocica y del Arcediano, la "Olla de San Vicente" y los valles de Angón y Cedemal, con sus praderías y "mayaos".Los últimos son lugares de ensueño.

Estos hermosos lugares están rodeados de bosques de especies arbóreas autóctonas y a la sombra de altos picachos. En sus amplias praderías se puede descansar y reposar con tranquilidad, o adentrarse en la espesura del bosque, en busca de los rastros de algún corzo, ardilla, jabalí, comadreja, tejón, zorro o, incluso urogallo (ave que en primavera no es raro escuchar en su profundo y característico canto de amor). En las aguas del Dobra hay abundantes truchas, así como nutrias, desmanes del Pirineo y mirlos acuáticos. En el cielo se recortan con frecuencia las siluetas de las  águilas o buitres.

Posiblemente el Valle de Angón (y su cercano Cedemal) sea el lugar más bello de todos los citados, lo que ocurre es que el "turismo verde" (que aún esta muy "verde" en cuanto a educación ambiental se refiere) puede terminar en breve con esta belleza natural, pues ya aparecen "chales" por doquier y hay muchos vehículos todoterreno en plan "salvaje", haciendo alguna gamberrada. Y es que, si se prefiere ir en coche o moto o bicicleta, no hay por que hacerlo sin respetar a nada ni a nadie. Ni dejando basura... Hay quien nos dice que tenemos la culpa los que divulgamos estos lugares naturales, pero seguimos pensando que estas zonas hay que darlas a conocer a todos, pues la Naturaleza es de todos, pero con la intención de que todos le tomemos cariño al medio natural y seamos unos buenos defensores de estos paraísos naturales. Repetimos una vez más: lo que no se conoce no se quiere y lo que no se ama no se cuida.

Desde Amieva capital, donde llegaremos por un ramal de la carretera N-625, de Cangas de Onís a Riaño (por el Pontón), sale una pista de tierra, de algo más de media docena de kilómetros, hasta el citado valle de Angón y central del Restañu. Este camino se puede recorrer a pie en un par de horas. Junto a una portilla, en la zona del Cuetu, se entronca con el final de la Senda del Arcediano. Después entre praderías y majadas de pastoreo, ya por el valle de Angón, llegamos a la central del Restañu, cruzando un puente, junto a las amplias camperas de Angón. Seguidamente se puede ir al valle de Ceremal, con el río Dobra a nuestros pies, hermoso y frío. De allí se llega enseguida, si se quiere continuar, a Vellanzu. El camino sigue aguas arriba, hacia la izquierda, hasta el embalse de La Jocica, donde se podría ir en una hora más.

EL VALLE DE ANGON Y CEDEMAL 

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