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Recorrer en verano la famosa Garganta del Cares es un paseo montaraz entre multitudes, generalmente venidas de Madrid, Cataluña, País Vasco o Galicia
Cientos de personas de todas las edades, desde ancianos a bebes, con curiosas indumentarias "montañeras" y calzado variopinto. Este año, a los habituales problemas de masificación e inexperiencia de los excursionistas, hay que añadir las obras de ensanche de la vía en la llamada Foz de Caín, que da acceso por el valle de Valdeón a este típico pueblo de los "cainejos", ahora trasformado en núcleo turístico, donde abundan los establecimientos de hostelería y comercios variados. Las calles se pavimentaron recientemente y los aparcamientos de coches suelen saturarse con facilidad. Los prados ya no son para la ganadería sino para el descanso y solaz de los turistas o caminantes. Caín cambió en una década de manera radical. A ello contribuyó la citada carretera que le une con Posada de Valdeón y puertos del Pontón y Panderrueda.
Esa comarca, junto con Sajambre, aunque leonesa a todos los efectos administrativos o políticos, siempre se consideró etnográficamente asturiana, así como por su caída de aguas que van al Mar Cantábrico.
En la Foz de Caín se está ensanchando la carretera |
El río Cares a los largo de su recorrido, desde que nace en las Fuentes de Frañana, encima de Caldevilla, hasta que, tras recorrer algo más de medio centenar de kilómetros, se junta con su hermano el Deva, forma varios desfiladeros (por eso no se debe de llamar a ninguno de ellos "Ruta del Cares" para no inducir al error, pues hay varias rutas)
El primero de ellos de cierta importancia, tras recorrer el valle valdeonés y Corona (donde se cree se coronó a Don Pelayo) es la citada Foz de Caín. Luego atraviesa ese hermoso río la Garganta del Cares o "Garganta Divina". Ya en Poncebos cruza la Foz de La Rumiada, o Rumia, junto con sus afluentes el Bulnes y el Duje; para seguidamente recorrer la Canal Negra hasta Arenas de Cabrales. En ese último lugar tras juntarse sus aguas con las del Casañu forma el Desfiladero del Cares y el de Trescares, antes de llegar a Panes y unirse al Deva e ir los dos hacia el Mar Cantábrico.
La Foz de Caín está desde hace unos meses en obras, para ensanchar su carretera y posibilitar el paso de vehículos mayores, microbuses o camiones, con lo cual se ganará en seguridad por un lado (ya fue al río algún coche por la estrechez de la vía) y se permitirá llegar al pueblo de Caín a más turistas, con los cual la masificación será mayor. En eso último se pierde en encanto y paz natural y podría aumentar la basura o los accidentes por imprudencias de novatos o inexpertos
La obra de ensanche es a base de voladizos, como se aprecia en la foto (de una pequeña zona de la Foz de Caín). El impacto ambiental, por ahora, es notable para los miles de excursionistas que allí se acercan este año; como suele ocurrir en toda obra publica compatible con el paso de personas y vehículos a la vez que se acometen los trabajos. El ente que contrató los trabajos es Parques Nacionales, pues Caín se encuentra en el espacio protegido mayor de España: El Parque Nacional de los Picos de Europa.
